Estudiante de Educación Básica en el área de Ciencias Sociales del Recinto Urania Montás.
Una carrera ilegal, es una competición automovilística o de motociclismo (no necesariamente con el formato de carrera) que se realiza sin el permiso de las autoridades correspondiente, Estas carreras suelen ser realizadas en la vía pública.
Es alarmante ver como nuestros jóvenes realizan carreras de motores sin importarles las consecuencias, realizando esta actividad para ganar respeto entre sus compañeros, para resolver una disputa o para simplemente exhibir las habilidades de conducción y la capacidad de sus vehículos.
Algunas se realizan con fines económicos, ya que es común la práctica de apuestas de dinero o de los propios vehículos usados en la carrera.
En mi caso, me ha tocado observar varias carreras debido a que en distintos lugares de mi pueblo Las Matas de Farfán son muy frecuentes al igual que en muchos lugares de nuestra provincia.
Muchos de los jóvenes que participan en esas carreras clandestinas son impulsados y motivados a correr por sus propios “amigos” quienes graban videos de todas las carreras para luego difundirlas en las redes sociales. Y así demostrar quién es el más “Duro” corriendo, quien va mas rápido, creando así un respeto y admiración donde los niños que observan esto quieren imitar el mismo patrón.
Cabe destacar que los supuestos “amigos” cuando observan que el joven que iba corriendo en el motor se cayó o chocó, son los primeros en tomar fotos para publicarlas en Facebook, e irse para no ser apresados dejándolo en la calle a su suerte.
Este es un gran problema, no solo de los jóvenes sino también de la sociedad. Traen consigo problemas a los peatones y a las personas que se desplazan de un lugar a otro, buscando el pan de cada día porque en el más inesperado momento puede ser sorprendido por unos de estos corredores atropellándolos.
En los diferentes hospitales del país se recibe una cifra alarmante de jóvenes que llegan accidentados, muchos de ellos muriendo en el mismo instante que chocaron. Como el caso del joven Keyrol Jaques, quien el día 29-09-2013 corría en el trayecto de la carretera Pedro Corto-San Juan de la Maguana en una carrera clandestina. Dejando un gran dolor a sus padres y familiares.
Estas carreras son penalizadas por la ley, la policía cada vez que le informan de que se están efectuando carreras de motores en algún lugar, van de inmediato, cuando los corredores y los “amigos” se enteran se van dispersándose todos, pero al momento de la policía irse continúan las apuestas, la adrenalina y las carreras.
Para evitar que esta “fiebre” siga dejando más muertes hay que concientizar a nuestros jóvenes acerca de los peligros que existen, dándoles más oportunidades de trabajo, creando actividades recreativas y sobre todo haciéndole saber que están participando “En una carrera hacia la muerte”
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