Hace medio año un grupo de ingenieros que trabajaba en la construcción de las presa del Río Madeira, en Rondonia, Brasil, se topó por primera vez con un extraño animal que posteriormente confirmarían que aún no se encontraba registrado en los minuciosos pero siempre insuficientes catálogos de los biólogos.
“De las seis que recolectamos una murió, tres fueron liberadas de regreso a la selva y dos más permanecen siendo objeto de estudios. A pesar de que aparentan ser serpientes en realidad no son reptiles y están más estrechamente relacionadas a las salamandras y las ranas. Creemos que este animal respira a través de la piel y probablemente se alimenta de pequeños peces y lombrices, pero eso aún no está comprobado. El Amazonas es una caja de sorpresas cuando se trata de reptiles y anfibios. Aún hay muchos por descubrir” afirmó Tupán al diario local Bol.






