El número de vehículos en las calles de las grandes ciudades aumenta cada año. Sólo en Brasil, según estudios, entre 2000 y 2011, los vehículos se incrementaron en aproximadamente un 130%.
El fácil acceso para la compra de vehículos, con múltiples facilidades de crédito, se contribuye al aumento del número de automóviles en las calles.
Este aumento indetenible provoca largos taponamientos y buses atestados en las horas pico del tránsito.
En 2010 el proyecto de un grupo de chinos ganó terreno en los medios de comunicación internacionales para proporcionar un medio alternativo de transporte en China, aunque todavía se considera una idea utópica. Sin embargo, esta semana el proyecto ganó más fuerza en Brasil y volvió a hacerse recurrente en algunos portales de noticias.
La inusual alternativa se presenta ante los chinos como una manera de contribuir a la reducción de hasta el 30% del tráfico.
Se trata de un autobús que pasa por encima de los demás vehículos y evita la formación de atascos. Cada extremo lateral del autobús descansa sobre rieles que quedan a los extremos de los carriles. Entre los asientos de los pasajeros y el pavimento queda un hueco que permite que los demás vehículos crucen por debajo o bien que este moderno sistema les cruce por encima sin colisionar.
Luego, en estaciones específicas, los pasajeros se bajan o abordan mediante rampas o ascensores.
El proyecto se denomina Bus Air Land y utiliza paneles solares y eléctricos para moverse, lo que genera un ahorro de hasta 860 toneladas de combustible al año y da lugar a una reducción de 2.640 toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera.
El autobús llega a una velocidad de 60 kilómetros por hora, según la información de los creadores del proyecto, y tiene 1.200 personas en cuatro unidades. El establecimiento dispone de seis metros de ancho y cuatro metros de altura, ocupa dos carriles y el costo para implementarlo puede ser hasta un 10% más barato que la construcción de subterráneos.
Hasta la fecha todavía no hay confirmación de que se implementará en China, pero es promocionado como el futuro de las ciudades.