MONTPELIER, Vermont, EE.UU. (AP).- El transporte público volvió el martes a la normalidad en la mayor parte de los estados de la Costa Este de Estados Unidos tras el paso del huracán Irene, aunque muchas poblaciones seguían inundadas y miles de hogares carecen de electricidad.
Por lo menos 46 personas murieron a causa de la tormenta, que barrió el Caribe y la costa oriental estadounidense antes de azotar Canadá.
En Nueva York, donde los residentes se prepararon para lo peor, el sistema del tren subterráneo y los autobuses volvieron a funcionar nuevamente justo para la hora punta del lunes, aunque inicialmente de forma parcial.
Para el martes, la mayor parte de los usuarios de los ferrocarriles de Long Island Rail Road y el de Metro-North Railroad pudieron llegar al centro de la ciudad, pese a que algunas poblaciones de Long Island siguen sin electricidad.
En el norte, Vermont sufrió las peores inundaciones en un siglo, según el gobernador.
En muchos casos, el momento de mayor peligro ocurrió mucho después de pasar la tormenta al crecer los ríos y riachuelos por la lluvia, transformándolos en torrentes. Irene arrojó hasta 28 centímetros (11 pulgadas) de lluvia en Vermont y más de 33 centímetros (13 pulgadas) en partes de Nueva York.
Parte del servicio ferroviario Amtrak, en el noreste de Estados Unidos, funcionó de forma limitada o fue suspendido y las aerolíneas dijeron que pasarán días antes que miles de pasajeros varados por Irene puedan volver a sus hogares.
El número de muertos en los 11 estados orientales del país aumentó por lo menos a 40, en su mayor parte a causa de los árboles abatidos o electrocutados por cables desprendidos.
Un conductor desapareció tras ser barrida una carretera que se tragó a dos automóviles a unos 100 kilómetros (62 millas) al noreste de Montreal.
Además, Irene mató por lo menos a cinco personas en la República Dominicana y Haití y otra, una mujer, en Puerto Rico.
Para mucha gente, las consecuencias podrían ser incluso más penosas que el propio meteoro.
En Carolina del Norte, donde Irene todo tierra el sábado en la cadena de islas,los Outer Banks, que jalonan su costa, unas 1.000 personas siguen en refugios de emergencia.
Al mismo tiempo, casi cinco millones de hogares y empresas en 12 estados siguen sin electricidad y las eléctricas advirtieron que podría pasar una semana o más antes de que algunos clientes puedan prender las luces.
Por lo menos 46 personas murieron a causa de la tormenta, que barrió el Caribe y la costa oriental estadounidense antes de azotar Canadá.
En Nueva York, donde los residentes se prepararon para lo peor, el sistema del tren subterráneo y los autobuses volvieron a funcionar nuevamente justo para la hora punta del lunes, aunque inicialmente de forma parcial.
Para el martes, la mayor parte de los usuarios de los ferrocarriles de Long Island Rail Road y el de Metro-North Railroad pudieron llegar al centro de la ciudad, pese a que algunas poblaciones de Long Island siguen sin electricidad.
En el norte, Vermont sufrió las peores inundaciones en un siglo, según el gobernador.
En muchos casos, el momento de mayor peligro ocurrió mucho después de pasar la tormenta al crecer los ríos y riachuelos por la lluvia, transformándolos en torrentes. Irene arrojó hasta 28 centímetros (11 pulgadas) de lluvia en Vermont y más de 33 centímetros (13 pulgadas) en partes de Nueva York.
Parte del servicio ferroviario Amtrak, en el noreste de Estados Unidos, funcionó de forma limitada o fue suspendido y las aerolíneas dijeron que pasarán días antes que miles de pasajeros varados por Irene puedan volver a sus hogares.
El número de muertos en los 11 estados orientales del país aumentó por lo menos a 40, en su mayor parte a causa de los árboles abatidos o electrocutados por cables desprendidos.
Un conductor desapareció tras ser barrida una carretera que se tragó a dos automóviles a unos 100 kilómetros (62 millas) al noreste de Montreal.
Además, Irene mató por lo menos a cinco personas en la República Dominicana y Haití y otra, una mujer, en Puerto Rico.
Para mucha gente, las consecuencias podrían ser incluso más penosas que el propio meteoro.
En Carolina del Norte, donde Irene todo tierra el sábado en la cadena de islas,los Outer Banks, que jalonan su costa, unas 1.000 personas siguen en refugios de emergencia.
Al mismo tiempo, casi cinco millones de hogares y empresas en 12 estados siguen sin electricidad y las eléctricas advirtieron que podría pasar una semana o más antes de que algunos clientes puedan prender las luces.
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