Por: Liliana Costa
Estar en forma y cuidar la silueta puede
llegar a convertirse en un objetivo difícil de cumplir, especialmente cuando va
pasando el tiempo y cambian los hábitos de vida y la propia fisionomía. Hándicaps
de la vida diaria como el sedentarismo, la pereza a la hora de hacer ejercicio,
el estrés, o la ansiedad, son sólo algunos de los factores que impiden alcanzar
las metas deseadas, y obtener un mayor equilibrio con el propio organismo.
Y es que si bien nadie duda de las ventajas de
estar más sano y saludable, tanto a nivel físico como mental, no todo el mundo
consigue ser capaz de realizar el esfuerzo que requiere, al menos a priori,
comenzar a andar un camino que lo lleve a mantener mejor su cuerpo. A este
respecto cabe destacar, que estar en forma no es tan sólo, y sin ninguna duda,
una de las causas directas en la mejora de la autoestima y de la percepción que
tenemos sobre nosotros mismos, sino que supone un plus a la hora de resistir
situaciones difíciles de la vida diaria.
Por todo ello, resulta necesario aprender una
serie de conductas y hábitos, mucho más sencillos de lo imaginable, para saber
cuidarse. Unos consejos que no sólo se traducirán en una pérdida de peso, sino
que conseguirán que ganemos bienestar, agilidad y buen humor para nuestra vida
diaria, además de mejorar nuestra salud y convertirnos en personas más
resistentes ante las enfermedades y el desánimo.
Para conseguir una vida más saludable y
mantenerse en buena forma, es importante recordar de esta forma:
- Fuera las excusas. Hablar sobre la falta de tiempo o de dinero para hacer ejercicio o comer más sano puede parecer razonable, pero no son más que formas de obstaculizar el inicio de una vida más saludable. Es importante que evites la tentación de excusarte buscando fórmulas alternativas para hacer ejercicio que puedan ajustarse a tu caso personal, como ir andando o en bici a la oficina o la universidad, o hacer ejercicio en casa ayudándote de vídeos especializados en internet para ahorrar tiempo y dinero.
- El deporte mejor en compañía. Hacer ejercicio con otras personas no sólo resulta más motivador, sino que supone un importante motor a la hora de cumplir con los objetivos propuestos, gracias en parte a la presión que supone dar explicaciones o tener que cumplir con los compañeros de deporte.
- Evita el desánimo escogiendo el ejercicio que más te guste. Ganar
la batalla al desánimo y al aburrimiento resulta más sencillo cuando somos
capaces de visualizarnos a largo plazo, imaginando como nos veremos con el
tiempo si seguimos un plan de vida saludable. Del mismo modo, buscar
clases de ejercicios que se adapten a tu personalidad y preferencias, como
la Zumba o el GAP,
conseguirá que te animes a hacer ejercicio de forma constante y con buen
humor.
- Come equilibradamente. La alimentación influye más que ninguna
otra cosa sobre tu estado físico y mental. Mantén una dieta equilibrada
que incluya todos los alimentos esenciales, especialmente verduras,
hidratos de carbono, frutas y proteínas, y evita los azúcares y grasas
industriales.
- Sal a correr. Hazte con lo mejor para practicar deporte, si
necesitas equiparte puedes mirar en
las páginas de clasificados online o en otras especializadas, y sal a
correr cada día para disfrutar del aire libre mientras te pones en forma.
- Olvida la pereza y planifica. Refuerza tu voluntad reservando en
tu agenda cada día un rato para hacer ejercicio, de forma que cuidarte se
convierta en un hábito más a la altura del resto de tareas diarias.