El joven líder ha ordenado que los misiles “estén preparados para disparar y golpear en cualquier momento territorio de EE.UU, sus bases militares en el Pacífico, incluidos Hawai y Guam, y las de Corea del Sur”, detalla el comunicado.
“Ha llegado el momento de ajustar cuentas” con EE.UU., se lee en la nota. “La decisión importante tomada por el Mariscal”, en medio de la grave situación en la península coreana, “al borde de una guerra nuclear”, marcará un “punto de inflexión” y pondrá fin al histórico enfrentamiento con la primera potencial mundial, concluye el despacho del régimen.
La amenaza se produce después de que EE.UU enviara a Corea del Sur dos bombarderos B-2 Spirit -dotados con tecnología furtiva para penetrar defensas antiaéreas y descargar bombas convencionales y nucleares- de cara a su participación en una maniobra militar en curso.
En respuesta a este movimiento, el líder norcoreano ha instado al Ejército -que se cree cuenta con un millón de soldados- a que esté preparado para “reaccionar ante el chantaje nuclear de EE.UU con un ataque atómico sin piedad y una guerra sin cuartel“.
Además, el despacho revela que Kim Jong-Un ha tomado estas decisiones “en vista de la dramática situación” y después de haber mantenido una reunión urgente con el alto mando del Ejército.
En apoyo a sus palabras, miles de norcoreanos uniformados han respondido al llamamiento de su líder y han abarrotado, perfectamente alineados, la inmensa plaza Kim Il-Sung, bautizada así en honor al fundador del actual régimen tras la división del país.
EE.UU califica las amenazas de “peligrosas”
Por su parte, el secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel, ha defendido el uso de los bombarderos en sus maniobras anuales conjuntas con Corea del Sur como una respuesta “disuasoria” al reciente tono beligerante y las provocaciones de Corea del Norte, que EE.UU. está tomando “muy en serio”.
Hagel ha afirmado que las amenazas de Kim Jong-Un son “peligrosas” y ha asegurado que “van a responder”. “Debemos ser serios con las constantes amenazas que el nuevo líder está tomando y que está llevando demasiado lejos”, ha advertido.
El secretario de Defensa americano también ha confirmado que, tras las constantes amenazas norcoreanas, ha aumentado el peligro. “Su tono provocador y combativo ha aumentado el peligro a un nivel superior”, concluye Hagel. Por su parte, Rusia ha advertido a Washington de que considera que las maniobras militares con Corea del Sur pueden interpretarse como una provocación por parte de Pyongyang. Según Moscú, elevar la actividad militar cerca de Corea del Norte puede llevar a entrar en “un círculo vicioso” que quede fuera de cualquier control.
Corea del Sur detecta movimientos “inusuales”
Después de la orden de Kim Jong-Un, una fuente militar surcoreana ha confirmado a la agencia Yonhap que Corea del Norte ha incrementado la actividad en sus bases militares de misiles de medio y largo alcance.
“Se ha observado recientemente que el movimiento de vehículos y tropas se ha incrementado en la zona donde se encuentran las unidades de misiles de Corea del Norte”, asegura Yonhap. Según la misma fuente, existe la posibilidad de que Corea del Norte lleve a cabo el lanzamiento de un misil.
Otra fuente surcoreana consultada por la agencia de noticias del país ha informado de movimientos de vehículos en las instalaciones de Tongchang-ri, al noroeste del país, que habitualmente sirven de base de lanzamiento para cohetes de largo alcance.
Al margen de por tierra, el Ejército surcoreano ha detectado este viernes a un caza norcoreano Mig-21 sobrevolando la delicada zona fronteriza entre los dos países, en una acción “provocadora” que hizo despegar a los aviones de combate KF-16 surcoreanos.
¿Estrategia para forzar la vuelta a la negociación internacional?
Las nuevas amenazas se producen después de que, esta misma semana, Corea del Norte anunciara la suspensión de la única línea de comunicación militar que mantenía con Corea del Sur y que gestiona el acceso al complejo industrial común de Kaesong, en medio de una escalada de tensión entre los dos países.
Según algunos analistas, el incrementado de su habitual retórica belicista y sus amenazas puede deberse a una estrategia con la que intenta retomar la negociación con el exterior, mientras aumenta su aislamiento, además de ser un intento de reafirmar el control interno del país.
La tensión en la península se disparó de manera inusual el pasado 7 de marzo, cuando el Consejo de Seguridad de la ONU anunció nuevas sanciones al régimen por su tercera prueba nuclear, realizada el pasado febrero. En dichas sanciones, China, principal aliado de Corea del Norte, respaldó y apoyó la penalización contra Pyongyang, una maniobra que, según los analistas, ha profundizado el aislamiento del régimen norcoreano y la incapacidad del resto del mundo para poder predecir su inesperada respuesta.