Cadaver de Cándido Villar Morla |
Cándido Villar Morla, de 60 años (Suicida) |
Fuente: ranklincordero.com
Cadaver de Cándido Villar Morla |
Cándido Villar Morla, de 60 años (Suicida) |
También recomendó el retiro con disfrute de salario por antigüedad en el servicio de una capitana. Las medidas fueron adoptadas durante la reunión del Consejo Superior Policial ampliado, celebrado el pasado día 6 del presente mes en la cuarta planta del Palacio de la institución del orden y dadas a conocer hoy.
Las decisiones fueron enviadas al Poder Ejecutivo, en los casos que ameritan de su aprobación.
La Policía dijo que entre los agentes, cuyos casos fueron conocidos, figuran el capitán Juan de Jesús Jiménez Familia, acusado de matar por herida de bala al cabo policial Félix Manuel Díaz Tiburcio y luego alegar que repelió una agresión.
Por este hecho recibieron sanciones disciplinarias los rasos Noel Martínez Hernández y Cristian Raúl Rosario Ogando. El capitán Jiménez Familia fue sometido a la justicia ordinaria por el citado caso.
También se recomendó la cancelación del capitán Edicto Lora Jiménez, por haber protagonizado un “mayúsculo” incidente, junto a otras personas, mientras ingería bebidas alcohólicas en el negocio “Bar El Rancho”, ubicado en la calle Principal del municipio de Monción. En este incidente el citado capitán resultó con una herida de bala en el abdomen.
De igual manera se recomendó la cancelación del capitán Rafael Medrano Urbáez, de la Unidad de Narcóticos y Drogas Peligrosos de la Policía en el municipio de Miches, por alegadamente proteger a un reconocido narcotraficante solo identificado como Peña, quien realizaba sus actividades en esta zona del país. Según la investigación, el oficial policial permitía, a cambio de dinero, el envío de drogas en pequeñas embarcaciones hacia la vecina isla de Puerto Rico y que además, operaran libremente los puntos de drogas que existían en el citado municipio.
Además, se recomendó el retiro forzoso del capitán Sergio Antonio Concepción Matías (El Pinto), tras haberse determinado que mantenía una estrecha relación con una banda dedicada al sicariato y narcotráfico en Santiago y la región del Cibao. Se le vincula de manera directa con el hoy occiso Julio Céspedes Martínez (El Indio) y su hermano Juan Carlos Céspedes Martínez (Pimpe).
Otro capitán, al que se le recomendó el retiro forzoso, es Ramón Alberto Montero Sánchez, al arrojar resultado positivo al consumo de cocaína.
El Consejo Superior Policial recomendó, además, el retiro forzoso del capitán José Alberto de la Cruz Castillo y sanción disciplinaria al sargento mayor Leonardo Cruz Santos.
El capitán De la Cruz Castillo se quedó con tres armas de fuego que habían sido ocupadas a ciudadanos que las portaban sin ningún tipo de documentos, obviando los procesos judiciales. La sanción contra el referido sargento mayor es consecuencia de que no informó a sus superiores de las acciones que cometía el capitán De la Cruz Castillo.
Mientras que contra el primer teniente Alberto Colón Pérez se recomendó el retiro forzoso, por haber sido reportado como desertor de las filas de la institución, ya que viajó a España con un permiso de 21 días y a la fecha no se ha presentado a su lugar de servicio.
En tanto que recomendó la cancelación del nombramiento del primer teniente Cristóbal Montero García, por haberse comprobado que se dedicaba a extorsionar personas ligadas al narcotráfico, aprovechando su condición miembro de la DNCD.
El Consejo también recomendó el retiro forzoso del primer teniente Víctor Carrasco Cuevas, por el hecho de actuar con falta de tacto tras un simple accidente de tránsito, y llegar al extremo de disparar contra el vehículo del señor Odalis de Jesús Grullón Torres, pinchándole dos neumáticos y rompiéndole los cristales.
En tanto que al segundo teniente José Eduardo Encarnación Dicen se le recomendó la cancelación del nombramiento, por haberse comprobado que cobró las sumas de 15 mil pesos a un sargento mayor y un cabo, para ayudarlos con ascensos.
También permaneció un año cobrando el salario del sargento Gilberto Antonio Gil Lugo, con el falso alegato de que lo entregaba a sus superiores, lo cual resultó ser falso.
El Consejo Superior Policial recomendó, además, el retiro forzoso del segundo teniente William Sánchez Ramírez y la baja por mala conducta de los rasos Luis Antonio Feliz Ramírez, Carlin Oliver Minyeti y Jeferson de la Rosa Valdez, por el hecho de mantener vínculos con narcotraficantes de la provincia de Azua.
Mientras que a la capitana Nieve Hilda Heredia Franjul se le recomendó el retiro con disfrute de sueldo, por antigüedad en el servicio.
Otros oficiales y alistados de la institución se encuentran suspendidos en funciones a la espera del resultado de investigaciones.
Jean Claude Duvalier, también conocido como "Baby Doc" y considerado un dictador por numerosas organizaciones de derechos humanos, gobernó de 1971 a 1986 como sucesor de su padre, Francois Duvalier, quien lo había hecho desde 1957.
La RNDDH recordó hoy que a su regreso, del que ayer se cumplió un año, varias personas presentaron querellas contra él por las numerosas atrocidades cometidas bajo su mandato, entre ellas "ejecuciones sumarias, torturas físicas, exilios forzosos, malversación de fondos públicos, violaciones, robo de bienes privados (y) asociación de malhechores".
El organismo, en un comunicado, critica que, por invitación de las autoridades, Duvalier participa en actividades políticas y sociales, mientras rechaza acudir a las citaciones judiciales bajo el pretexto de que su estado de salud no le permite desplazarse.
La última vez que Duvalier fue visto en público fue el pasado 12 de enero, cuando acudió al volante de un vehículo a la ceremonia oficial en recuerdo de las víctimas del terremoto de Haití, encabezada por el presidente del país, Michel Martelly.
Según la RNDDH, Martelly prometió durante la campaña electoral previa a los comicios en los que fue elegido presidente luchar contra la impunidad, pero "paradójicamente, se preocupa siempre de invitar al exdictador, un inculpado que desafía a la Justicia de su país, a todas las ceremonias oficiales organizadas por su Gobierno".
Ello prueba que no existe una voluntad de luchar contra la impunidad, según el organismo, que recuerda que impedir que Duvalier "y sus acólitos" respondan de sus actos "es hacer obstrucción a la Justicia".
"El comportamiento de las autoridades haitianas en el manejo de este caso y el trato de favor otorgado al antiguo dictador Jean Claude Duvalier constituyen una bofetada a la Justicia haitiana, a la sociedad en general y a todas las víctimas del régimen dictatorial que, pese a todo, escogieron confiar en la Justicia de su país", subraya la RNDDH.
El accidente se produjo a las 4:00 de la tarde en el puesto de peaje y una hora después terminó el proceso de rescate de las personas que quedaron atrapadas en el autobús.
El chofer del autobús, Horacio Gómez, de 38 años, salió ileso y reveló que se detuvo a dejar a una pasajera en el lugar cuando fue impactado por el camión.
El autobús accidentado es del Expreso de Bani, ficha 86, conducido por Gómez, de acuerdo a los datos suministrados por el conductor del vehículo.
Horacio Gómez manifestó que viajaba desde Baní a Santo Domingo con el autobús lleno de pasajeros, algunos de ellos estudiantes, aunque hasta el momento se desconocen los mombres de los que resultaron heridos.
Sin embargo, miembros del Cuerpo de Bomberos, la Defensa Civil, la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) y la Cruz Roja trabajaban para sacar con vidas a todos los ocupantes del autobús, ya que muchos de ellos quedaron atrapados.
Los heridos fueron trasladados en estado grave a un centro médico que no fue especificado, según explicó la encargada de la Defensa Civil en la zona, Nayobi Mejía.
Una mujer cuyo nombre no fue posible obtener fue la última en ser rescatada y trasladada de inmediato en una ambulancia a un centro médico de la capital.
Mejía quien dirige el operativo junto al Cuerpo de Bomberos, informó que el accidente se produjo debido a que en ese momento estaba lloviendo y el camión no pudo detenerse ya que las gomas le resbalaron.
En el operativo trabajaron unas siete unidades del Cuerpo de Bomberos.
Los buzos de los servicios de rescate italianos localizaron este martes otros cinco cadáveres en los restos del crucero, una mujer y cuatro hombres de entre 50 y 60 años de edad que, con los chalecos salvavidas puestos, se encontraban en la parte de la popa del barco sumergida bajo las aguas del mar Tirreno.
Estas cinco víctimas se suman a las seis encontradas en los últimos días, entre ellas el turista español Guillermo Gual y el peruano miembro de la tripulación Thomas Alberto Costilla Mendoza.
De momento, 22 personas que viajaban a bordo del crucero continúan desaparecidas, entre ellas la también peruana Erika Soria, de 26 años, que trabajaba como camarera en el "Costa Concordia".
En la lista de desaparecidos divulgada hoy por las autoridades italianas, que han constituido una unidad de crisis en la localidad de Grosseto (centro de Italia), figuran, entre otros, seis italianos (entre ellos una niña de 5 años), una decena de alemanes y dos estadounidenses.
Los servicios de rescate, que ya ayer tuvieron que interrumpir durante unas horas su trabajo por el movimiento del barco, se afanan en agilizar sus tareas, mediante el uso de cargas explosivas para adentrarse en el casco, ante las previsiones de que mañana empeore el tiempo y el estado de la mar.
Mientras los equipos de rescate trabajan en las aguas de Giglio durante las horas de sol, la actividad judicial prosigue en Grosseto en torno al comportamiento del capitán del barco, a quien la Fiscalía acusa de homicidio culposo múltiple, abandono de nave y naufragio.
Schettino, quien corre el riesgo de ser condenado hasta a 15 años de prisión, se sometió hoy al interrogatorio de la jueza de instrucción Valeria Montesarchio, ante quien admitió que estaba al mando de la nave en el momento en el que el buque chocó contra las rocas.
Tanto el fiscal Francesco Verusio, quien ha solicitado la prisión cautelar para el capitán, como el abogado de Schettino, Bruno Leporatti, informaron posteriormente del contenido de ese interrogatorio, celebrado en la sede del Tribunal de Grosseto.
Según explicó Leporatti, su defendido insistió ante la jueza en que no abandonó la nave y que con sus supuestas maniobras tras la colisión del barco, que llevaba 4.229 personas en el momento del naufragio, salvó la vida a "cientos, miles de personas".
Schettino "ha reivindicado su papel en la dirección de la maniobra del barco tras el choque", indicó a los periodistas el letrado, quien aseguró que no existe ninguna necesidad de que la jueza dicte medidas cautelares sobre el capitán del barco.
Pero el comportamiento de Schettino durante el naufragio sigue generando polémica, a medida que se van conociendo más detalles sobre lo sucedido en la noche del pasado viernes, cuando un "error humano", según la propietaria del barco, Costa Cruceros, hizo que la nave encallara al aproximarse demasiado a la pequeña isla.
El diario milanés "Corriere della Sera" publicó hoy el contenido de una conversación telefónica entre el capitán y un responsable de la Capitanía de Puerto que revela que Schettino abandonó el barco antes de que se evacuaran a todos los pasajeros.
Según "Corriere della Sera", la Capitanía preguntó a Schettino a a las 00.32 horas ya del sábado cuántas personas quedaban a bordo, y aunque la nave estaba aún llena, el comandante respondió que solo unas 200 o 300.
La respuesta hizo levantar sospechas y el capitán del crucero admitió en un primer momento que había abandonado la nave, aunque después se retractó ante la indignación de su interlocutor, a quien se escucha utilizar un tono bastante duro con Schettino.
"Vuelva inmediatamente a bordo, suba por la escalera de seguridad y coordine la evacuación. Debe decirnos cuánta gente hay todavía allí: niños, mujeres, pasajeros, el número exacto de cada categoría", le instaron desde la Capitanía de Puerto.
Fuentes próximas a la investigación que citan los medios italianos aseguran que Schettino tendrá que someterse a pruebas toxicológicas, mientras que mañana comenzarán las tareas de preparación para la evacuación de las 2.380 toneladas de carburante que contiene el barco encallado y que amenaza al rico ecosistema marino de la zona.