El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, un hombre acostumbrado a las suites en hoteles de lujo y viajes de avión en primera clase, ha sido trasladado a la cárcel de Rikers Island en Nueva York, desde un centro de detención adyacente al Tribunal Penal de Manhattan a Rikers Island, dijo un portavoz del departamento penitenciario de Nueva York.
Este lunes, un juez negó la libertad bajo fianza a Strauss-Kahn por acusaciones de intento de violación a una empleada de limpieza del hotel donde se hospedaba. La próxima vista del caso será el viernes.
Strauss-Kahn podría quedar aislado con control continuo, en gran parte para su propia protección ante reclusos que podrían buscar la fama atacando a alguien tan conocido como él, de acuerdo con personas conocedoras de los procesos de la cárcel y que no quisieron ser citadas.
Rikers, un centro de 10 cárceles en una isla de 168 hectáreas cerca del aeropuerto de LaGuardia, es conocida por ser el lugar al que se envía a sospechosos con juicios pendientes o a quienes deben servir condenas cortas. Rikers, que data de la década de 1930, alberga a unos 11.000 reos y es un lugar peligroso.
"Está atestada y la comida es terrible. Y una de las cosas peligrosas es que se aprovechan de los famosos", dijo Gerald Lefcourt, un conocido abogado defensor.
Los recién llegados son sometidos a un exhaustivo estudio de su historia y posibles asociaciones criminales. Los guardias buscan tatuajes o cualquier signo que pueda delatar pertenencia a una banda criminal.
Los funcionarios asignan una puntuación para determinar el riesgo de seguridad del preso. Los reos de bajo riesgo son alojados en dormitorios repletos que albergan a decenas de personas. Se supone que Strauss-Kahn podrá usar su propia ropa, tener libros y leer el diario. Las celdas comunes tienen televisión.