
Articulo.- Cuando la vida de un ser querido se va, ya sea por causas naturales o por alguna enfermedad incurable, el dolor es insoportable; no hay consuelo, el llanto es inagotable - porque aun entendiendo que es la ley de la vida no lo podemos resistir - sin embargo, cuando la vida de ese ser querido es arrebatada, el caso es diferente; aparte del dolor nos embarga un sentimiento de impotencia, de amargura, se desploma nuestro ser.
La...